Iniciamos la ruta en la plaza del pueblo naveto de Ceceda (270m). Seguimos como nos indica el panel la PR. AS - 147. Bajamos por una carreterina asfaltada hacia los caseríos, estos ya en subida, de La Faya y Fresnadiello al otro lado del Río Faya. En el Cruce del Cantón, con indicación de ambos caseríos, nos dirigimos a la derecha y nos encontraremos con  la pequeña Ermita de Nuestra Señora de los Dolores. Tras pasar Fresnadiello se acaba el asfalto y por pista de tierra vamos ganando altura de forma muy suave con pastos a ambos lados del camino. A unos tres kilómetros del comienzo de la ruta y en el comienzo de una fuerte remontada que nos eleva  en sucesivas revueltas por El Mosquín hasta la Corona de Castro, encontraremos a nuestra Izquierda un pinar altamente poblado, donde buscaremos una buena ubicación para nuestro “arbolín”, y  aprovecharemos para hacer un descanso y Plantar el Árbol, objetivo principal del día. A nuestras espaldas contemplamos en bonita vista numerosos pueblos de la comarca de Nava con la imponente Sierra de Peñamayor cerrando el horizonte. Hacia el Norte tenemos vista de Cercanías del Cielo, Pico Fario y Peña Careses y Sariego y Cabranes, llegando, en día claro, a observar los Picos de Europa.
Corona de Castro (463 m): modesta montaña que se eleva entre los concejos de Nava, Piloña y Cabranes y cuya cimera constituye un asentamiento fortificado de forma elíptica de la época castreña.( La verdad es que en la visita de reconocimiento no vimos nada por la gran cantidad de eucaliptos y pinos existentes en la zona).
Alcanzado el punto más alto de la ruta, al que llegamos por un corto y empinado cortafuegos, comenzamos con el descenso, dejando a la derecha el cruce del sendero que nos llevaría a los caserios de  La Heria y al Alto de la Encrucijada con su antiquísima venta; por este punto pasaba el antiguo camino real entre Tarna y Villaviciosa.
Continuamos por la pequeña planicie hasta llegar a un giro a la izquierda para descender por el cortafuegos del Monte La Trapa con fuerte pendiente. Ya abajo, cerca del caserío del Cantu nos encontramos en un entorno de praderas y cabañas pastoriles.
Volvemos al firme hormigonado por el valle que forma el Arroyo del Cabo cruzando el caserío de La Trancada. Llaneamos hasta La Faya y un corto repecho nos sitúa en el Cruce el Cantón donde conectamos con el camino de ida que recorremos ahora en un bajada y subida final en dirección Ceceda. Al terminar la ruta nos podemos  acercar a visitar la capilla de Santa Lucía (siglos XVII y XVIII) y la iglesia consagrada a San Miguel reconstruida tras la Guerra Civil Española. En este punto nos esperará el autobus y daremos fin a  esta corta y vistosa ruta que servirá para, además de cumplir con la tradición del Grupo de Montaña San Nicolás de plantar un árbol en la primera salida del año, ir “quemando” las grasas acumuladas durante los pasadas fiestas y a la vez ir tomando nuevamente contacto con el caminar por la montaña (aunque en esta ocasión sea de poca altura).
Curiosidad: a los naturales de Ceceda se les conoce como escabecheros debido a un barril de sardinas en escabeche que llegó a la oficina de correos, tras pasar un tiempo y no ser reclamado, los lugareños decidieron abrirlo y repartirlo, la sorpresa fue al descubrir un cadáver dentro.

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Horario 4:00 h  Desnivel de subida 350 m Desnivel de bajada 350 m Distancia horizontal 9,16 km Tipo de recorrido Circuito   Invierno

1 Severidad del medio natural 2 Orientación en el itinerario 2 Dificultad en el desplazamiento 2 Cantidad de esfuerzo necesario

Comenzamos a caminar en la cantera de Castañera (km. 7,500 de la carretera AS-331, que  viene de Pola de Siero), y aquí mismo se separan ya los dos grupos (el de picos y los senderistas).
El grupo que va a hacer cumbre, remonta la carretera y, en poco trecho, toma una pista que sale a la izquierda y se introduce en el bosque que puebla el Cerro de los Maderos. Tras una corta subida, se llega a una portilla que da acceso a la cumbre de Peña Careses, a la que se llega tras sortear una incómoda  zona de matorral. La cumbre es un risco alargado y estrecho, por el que hay que moverse con cuidado. Aunque es una cumbre modesta, las vistas sobre el ancho valle de Siero son muy amplias. Detrás quedan las cumbres más altas de la sierra de Fario. Para descender, retornamos hasta la portilla y seguimos la pista hacia el oeste, rodeando la peña por el norte, en el sentido contrario a las agujas del reloj, en agradable paseo por el bosque, hasta llegar a la estrecha canal que separa la Peña Careses de la Peña del Castillo. Descendemos por ella y vamos a salir a las inmediaciones de la fuente de las Xanas, a los pies de la peña.
El grupo senderista, entretanto, ha caminado carretera abajo, atravesando el núcleo urbano de Castañera, para tomar la Senda Verde de la Viona, que transcurre en llano hacia el oeste, bordeando la base de la peña hasta terminar en una carretera local que, a la derecha, conduce a la fuente de la Xanas, donde se juntan de nuevo los dos grupos.
La excursión continúa en dirección O, por una ancha pista alfombrada de verde que, tras agradable y corto paseo, nos conduce a la aldea de Ordiales, donde podemos admirar la pequeña ermita de San Roque, del siglo XVIII. Continuamos por una pista cementada hasta el pueblo de Careses, donde encontramos ya las marcas del PR-331, que nos disponemos a seguir hasta Pola de Siero.
 La ruta va cambiando continuamente de dirección, como queriendo alargar el paseo, o buscando los caminos con menos asfalto.  Vamos pasando así por los pequeños ncleos urbanos de  Villanueva y el Arenal; luego, una pequeña bajada hasta el arroyo Seco (que, a pesar del nombre, a veces lleva agua) y la posterior subida por la otra vertiente nos introducen en una zona de bosque. Siguiendo siempre el PR, recorremos el camín del Campo de Tiro y dejamos atrás los barrios de El Lugarín, San Martín y la Cuesta, hasta finalizar en el barrio de El Rebollar, a la entrada de Pola, junto a la piscina municipal, justo donde se inicia la carretera AS-331. 

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Horario 5:00 h  Desnivel de subida 200 m Desnivel de bajada 345 m Distancia horizontal 13 km Tipo de recorrido Travesía   Invierno

2 Severidad del medio natural 3 Orientación en el itinerario 2 Dificultad en el desplazamiento 2 Cantidad de esfuerzo necesario

Comenzamos a caminar en Ablaña de Arriba (200 m.), localidad a la que se accede desde la N-630, Km. 46, por el puente que atraviesa el río y la A66. Tomamos una pista asfaltada, con un indicador que señala a Mina Nicolasa y que remonta con rumbo SO, siguiendo el cauce del arroyo de la Nicolasa, por el fondo del valle de San Nicolás de Ablaña.
Pronto llegamos al Pozo Nicolasa, uno de los pocos que siguen abiertos en Asturias. El asfalto termina, y la pista comienza a ganar altura en sucesivas revueltas, que se acentúan según nos vamos acercando al Cordal de Cuba, visible delante de nosotros.
Ya casi arriba, en una curva de 180º a la derecha, dejamos la pista principal y tomamos una secundaria que, casi en llano, nos conduce a un evidente collado (de 885 m.), que da vista a la vertiente S del cordal de Gallegos. Desde este punto, se puede acometer el ascenso al pico Llosorio, siguiendo por una senda que, con rumbo O, se abre paso entre el matorral, hasta llegar a la cumbre (997 m.).
El grupo senderista, entretanto, sigue por la pista, que desciende ahora con rumbo SO. En una bifurcación de pistas señalizada, se toma la que sale a la derecha, que asciende ligeramente para salvar el Cordal de Cuba, al Sur del Pico Llusorio. En este punto, se unen de nuevo los dos grupos (senderista y de picos) y, ya juntos, se emprende el descenso, siguiendo siempre la pista, hacia el valle de Riosa.
Antes de llegar a él, sin embargo, alcanzamos la aldea de Villameri, donde tomamos un camino que, a través del bosque, a media ladera, nos va acercando hacia la Foz de Morcín. Una última bajada y desembocamos en el barrio denominado Llugar de Riba. Unos metros nos faltan para llegar a la zona de escuelas, junto al río, donde espera el autocar (330 m.). 

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Horario 5:30 h  Desnivel de subida 800 m Desnivel de bajada 670 m Distancia horizontal 14 km Tipo de recorrido Travesía   Invierno

2 Severidad del medio natural 2 Orientación en el itinerario 2 Dificultad en el desplazamiento 3 Cantidad de esfuerzo necesario

Comenzamos a caminar en el Puente de San Andrés, donde empieza la carretera que sube a Castañedo del Monte (120 m.). Retrocedemos unos metros sobre la carretera para tomar un camino señalizado como “Cascada” que, en fuerte subida, nos lleva en una hora hasta el collado (360 m.), a la derecha del cual se alza la Peña Castiellu, que ignoramos. Un poco más adelante, a la izquierda, tenemos la cascada de Buanga. Para verla, hay que abandonar el camino y bajar hasta el río.
De vuelta al collado, tomamos una pista con rumbo SO; pasamos una portilla y, tras un pequeño descenso, hay que cruzar el arroyo Buanga (lo cual puede entrañar alguna dificultad en época de lluvias). Remontamos al otro lado y seguimos caminando con rumbo SO, por una senda que va ganando altura, dejando a la izquierda  el cordal de la Sierra de Buanga. Tras una subida larga y mantenida, alcanzamos un collado (de 645 m.) en el cordal. Desde este punto podemos acometer el ascenso al Pico Plantón (751 m.), lo cual no ofrece dificultad alguna.
De vuelta al collado, y tras una corta bajada, desembocamos en la carretera que viene de Castañedo del Monte. Seguimos por ella a la derecha, en suave ascenso, y la abandonamos 300 m. más arriba para tomar una pista que sale a la izda.  y que, tras varios zigzagueos en descenso, nos conduce a una zona de minas de hierro abandonadas. La pista termina, y aparece un sendero que desciende rápidamente hasta la parte inferior de la zona de minas (este descenso está protegido por una barandilla de madera), donde enlaza con un buen camino que, ya en llano, conduce a Castañedo del Monte, un bonito pueblo enclavado en una loma muy soleada (550 m.).
Atravesamos el pueblo y seguimos unos metros por la carretera que baja a San Andrés hasta encontrar una pista que sale a la derecha y que va descendiendo por el bosque. La pista cruza dos regueros y luego inicia un fuerte descenso  mientras va acercándose al valle del río Trubia. El suelo está hormigonado en los tramos con mayor pendiente y, si está mojado, hay que ir con cuidado de no resbalar.
La pista nos conduce sin pérdida hasta el pueblo de Villanueva. Luego, sin cruzar el río, seguimos hacia el pueblo de San Romano, que posee una cuidada iglesia del siglo XIII. Cruzamos aquí el río Trubia y salimos a la carretera, siguiendo ésta hacia la derecha hasta llegar al restaurante El Sabil, que posee un buen aparcamiento para el autocar (200 m.).

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Horario 5:30 h  Desnivel de subida 700 m Desnivel de bajada 650 m Distancia horizontal 13 km Tipo de recorrido Travesía   Invierno

2 Severidad del medio natural 3 Orientación en el itinerario 3 Dificultad en el desplazamiento 3 Cantidad de esfuerzo necesario

Pico Priena

Si existe algún lugar especial donde admirar el conjunto arquitectónico de Covadonga, ese es sin duda el Pico Priena. La elevada situación de esta cumbre frente al Real Sitio, proporciona una original y espectacular vista aérea del mismo. Si se tiene en cuenta además la panorámica que ofrece del Cornión y del Valle del Güeña, se entenderá porque esta ascensión, es quizás de las más bonitas  que se pueden realizar en la parte baja de este Parque Nacional. Hay muchas persona que, por motivos religiosos, por un cierto esnobismo o bien por ignorancia llaman a este pico que se alza majestuoso sobre el Real Sitio "Cruz de Priena", y dicen que en su cumbre se encuentra la cruz de Pelayo... Pero en realidad el nombre de esta modesta montaña es simplemente Pico Priena de 722 metros de cota, y en él se alza una enorme cruz, como en muchos otros picos del Principado (P. Pienzu, etc). También hay quien quiere ver cerca ya de la cima, la figura petrificada en una roca del obispo traidor a los cristianos y a Pelayo, D. Opas.

Hoy realizaremos una fácil y hermosa travesía por la parte baja de La Montaña de Covadonga, dentro del entorno del Parque Nacional de Picos de Europa, siendo nuestro último objetivo ascender al Pico Priena (722m.).
Del aparcamiento de La Buferrera (1.050 m.), a medio camino entre los lagos de Enol y La Ercina, descendemos por el reguero del Escaleru, sumidero natural del Lago Enol para salir sobre la gran Vega de Comeya, que en tiempos pasados alojó al tercer gran lago de Covadonga, el de Las Trémonas o Tremas. Atravesamos la Vega en dirección (N.O.) por la antigua pista que servía para sacar el mineral de hierro que las explotaciones mineras de La Concentradora extraía en la zona. La pista, hoy de uso ganadero, remonta todo el valle hasta el collado Uberdón (925 m.) e inicia el descenso dejando a dcha. un comedero de buitres, hasta la zona de Caña Valles en  la carretera que sube de Covadonga a los Lagos. Descendemos unos centenares de metros, a nuestra izda. el Valle de Huesera, una pequeña grieta en la roca (dcha.) nos permite pasar del asfalto a La Flecha (antiguo Camín Real). A la altura de un abrevadero de ganado abandonamos el enlosado de la “calzada” y cogemos una antigua senda de pastores (izda.) en ascenso, se conoce como el “Camín de Molledo”. Pasamos junto a las ruinas de la majada de Tarañodios (cabañas) y subimos a un pequeño collado. De este punto giramos a izda. (O.) y en la zona de Cueva Rota (690 m.) tomamos el “Camín del Rey”, para iniciar un espectacular y cómodo cresteo por las cuestas de Cárcoba (700 m.) y Cavia (720 m.). Un corto descenso por Cuesta Mujosa nos sitúa en el colladín de Uporquera (550 m.). Iniciamos el ascenso hacia el Cantu La Oración (606 m.). Tan solo nos restan unos pocos metros para hacer cumbre en el Pico Priena a 722 metros de cota. El descenso se efectúa por la ladera (S.E.) contraria a la de subida. Un buen sendero nos baja en amplios y espectaculares zig-zag que van de un lado a otro de la montaña por la Cuesta Ginés y la Riega Gusana hasta salir cerca del Repelao, en las inmediaciones de la Santa Cueva (260 m.), donde finalizamos ésta  fantástica y vistosa travesía montañero-senderista. 

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Horario 4:50 h  Desnivel de subida 260 m Desnivel de bajada 790 m Distancia horizontal 15 km Tipo de recorrido Travesía   Invierno

2 Severidad del medio natural 3 Orientación en el itinerario 2 Dificultad en el desplazamiento 3 Cantidad de esfuerzo necesario

Tuña, del concejo de Tineo, es cuna del general Rafael de Riego, quien fuera considerado paladín de la libertad al protagonizar el alzamiento liberal contra el régimen absolutista de Fernando VII en 1820. El pueblo conserva interesantes edificios señoriales del siglo XVIII, bien conservados.
Comenzamos a caminar por la carretera que lleva a Merillés, cruzamos el río Genestaza (226 m.) dejando a nuestra izquierda un bonito puente medieval y tomamos, a la derecha, un camino marcado con las señales del PR-AS256 (Ruta del Dolmen de Merillés) y que, tras salvar un importante desnivel, nos lleva al núcleo urbano de Merillés (450 m.).  Rodeamos el pueblo por el Sur y, siguiendo la pista, seguimos remontando con rumbo NE.  Después de cambiar un par de veces de dirección, alcanzamos un amplio collado (de 668 m.), que forma parte de la Sierra de los Blancos. Desde este punto, podemos acercarnos hasta el extremo de la loma, rematada al norte por el pico Sipladiecha (686 m.).
De vuelta al collado, la pista gira súbitamente hacia el S, y nosotros la abandonamos por la derecha para visitar el Dolmen de Merillés, una mesa de piedra circular sostenida por otras dos verticales, que se alza junto a una pequeña edificación (800 m.). Estamos en la zona conocida como El Melón, una extensa pradería abierta, al sur de la cual se alza una loma más alta conocida como Alto de la Reigada. Acometemos desde aquí su ascenso (opcional), directamente por la pradería. Los últimos 50 m. de ascenso se complican, porque la pradería desaparece y el suelo se cubre de matorral que dificulta el paso hasta la cumbre (965 m.). Buenas vistas, hacia el norte, de las sierras de Tineo con sus parques eólicos y del embalse de la Barca.
Retornamos hacia la zona de El Melón, donde la pista ha terminado, y aparece un buen sendero que atraviesa la montaña, a media ladera, hacia el sur, prácticamente en llano. Pronto damos vista, debajo de nosotros, al pueblo de Espinaredo, que se levanta, de forma increíble, sobre un estrecho y airoso collado, y al cual llegamos tras un entretenido descenso (600 m.).
La ruta cambia aquí bruscamente de dirección. Tomamos una pista cementada que desciende hacia el norte, buscando la riega de la Faxa. Pronto desaparece el cemento y nos encontramos siguiendo una senda que transcurre a media ladera hacia el norte, adaptándose a las anfractuosidades de la montaña y siguiendo, más o menos, las curvas de nivel. Más adelante, en la zona de las Balsas, el camino inicia un duro repecho, remontándonos hasta la base de un pinar, en la zona de la Costeiriza (534 m.), donde aparece una pista que nos lleva de regreso a la aldea de Merillés.  Volvemos a Tuña por el mismo camino utilizado en el viaje de ida.

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Horario 6:30 h  Desnivel de subida 820 m Desnivel de bajada 820 m Distancia horizontal 16 km Tipo de recorrido Circuito   Verano

2 Severidad del medio natural 2 Orientación en el itinerario 2 Dificultad en el desplazamiento 3 Cantidad de esfuerzo necesario

Nota: Desnivel calculado con ascensión a cumbre. Los senderistas 650 m. 

Comenzamos a caminar en el aparcamiento de Llames de Pría, donde nos ha dejado el autocar, y descendemos a la playa de Guadamía, que se forma al fondo de la ría del mismo nombre. Para cruzarla hay que hacerlo por la misma playa en un momento en que la marea esté baja, ya que no hay puente sobre el río. Ya al otro lado, ascendemos, por una bonita escalera protegida por imponente balaustrada de reciente construcción, hasta una pista asfaltada; seguimos esta hacia la derecha y llegamos a un aparcamiento construido sobre el bravío acantilado calizo, cuyas filtraciones han dado origen a los famosos “Bufones” (grietas por las que se cuela el agua del mar y asciende a presión en forma de surtidor cuando el mar está agitado, dando lugar a un espectáculo natural notable).   
Desde este punto, vamos a recorrer la costa asturiana hacia el oeste, siempre bordeando el acantilado y haciendo frecuentes acercamientos a su borde, para disfrutar con calma de las sorprendentes formaciones rocosas que la furia del agua y del viento han ido cincelando a lo largo de los siglos. Una senda costera, marcada con pintura azul, nos va guiando en este itinerario caótico, entre riscos, árgamas y bocas de bufón, en el que hay que moverse con cuidado. Vamos pasando así las zonas de Tuzarrizu, El Infiesto, el Clavo y Tomasón. En la zona de la Repolla podemos admirar dos islotes verticales, que se alzan desafiantes frente al acantilado (Islotes de Palo Verde y Palo Pequeño), antes de llegar a la Punta Canto de Palo Verde. Poco tramo nos queda ya para llegar al Area Recreativa El Infierno, donde podremos detenernos a descansar y reponer fuerzas.
Nuestra ruta por el espectacular acantilado termina aquí. El resto del camino, hasta Ribadesella, hay que hacerlo siguiendo el Camino de Santiago: un tramo de un par de kms por carretera secundaria, antes de desembocar en la AS-263 (conviene aquí usar chalecos reflectantes). Continuamos por ella unos 200 m. para dejarla, torciendo a la izquierda, hacia el campo de fútbol. Parte de aquí una pista, sombreada y fresca, que nos saca de nuevo a la carretera AS-263, km.1, en un aparcamiento de caravanas, donde nos espera el autocar. 

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Horario 4:00 h  Desnivel de subida 160 m Desnivel de bajada 160 m Distancia horizontal 10 km Tipo de recorrido Travesía   Verano

2 Severidad del medio natural 2 Orientación en el itinerario 1 Dificultad en el desplazamiento 1 Cantidad de esfuerzo necesario

El valle de Bustiechu, situado en el Parque Natural de Somiedo, es una pradería alargada escondida entre el Valle de Saliencia y el Valle de Lago. Sendos sistemas montañosos flanquean y aíslan este valle, que permanece casi desconocido entre sus dos vecinos, más famosos.
Comenzamos a caminar en La Farrapona,  o Alto de Balbarán (1707 m.),  por una  pista  que baja  suavemente al Lago de la Cueva (1600 m.) bordea este por la derecha y,  a continuación, asciende hasta el Collado Calabazosa (1750 m.; 1 hora),  donde damos vista al Lago Cerveriz,  en el fondo de una  ancha pradería conocida como Veiga Freisneu. Los picos Albos se alzan majestuosos frente a nosotros. Cruzamos toda la vega con dirección NO y, tras una suave subida, entramos en la vega de Camayor, otra gran pradería, que atravesamos siguiendo la misma dirección., hasta el final, donde nos vamos desviando un poco hacia la derecha para ascender al Pico Tarambico (1918 m.) (3h, 10 min), con buenas vistas de la cordillera hacia el S y el SO (Peña Chana, Penouta, Mocoso, Cornón, etc.). El grupo senderista no completa el ascenso, sino que se queda en un pequeño collado, al Oeste del pico, puerta de entrada al valle de Bustiecho.
Siguiendo la senda, siempre hacia el NO,  y en suave descenso,  vamos avanzando plácidamente entre amplias praderías hasta llegar a Vegarrionda (1643 m.) (3h, 50 min), una ancha vega cerrada por detrás por un pequeño cordal  (Peña el Texo).  La senda da  un quiebro a la derecha para evitar este obstáculo y retoma  el rumbo NO,  hasta llegar a una nueva vega, amplia y verde:  La braña Chamera, o Llamera (1521) (4h, 30 min).
Iniciamos aquí una prolongada y fuerte bajada, siguiendo un pequeño arroyo. Dejamos atrás una fuente con  pilón (4h, 40 min.),  a la derecha, y continuamos  descendiendo con rapidez  hasta la pequeña aldea de Llamera (1097 m) (5h, 30 min.).  A la salida del pueblo hay una fuente de frías aguas, donde podremos refrescarnos.  De Llamera sale una pista  hormigonada que,  siempre en descenso, desemboca en la pista  principal que une Valle de Lago con el Valle de Saliencia (6 h.).
Seguimos esta pista,  también asfaltada,  hacia la derecha, siempre en suave descenso.  A los 15 minutos  dejamos  atrás  un polideportivo,   al que llega un ramal de carretera,  y  donde  hay  un ensanchamiento en el que puede dar la vuelta un autocar.  Cinco minutos después,  cruzamos por puente el rio Saliencia y salimos a la carretera general, a 1000 m. de Veigas (792 m.).  El bus puede esperar en un ensanche que hay a la izda. de la carretera, junto al núcleo urbano (6 h., 30 min.).

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Horario 6:30 h  Desnivel de subida 400 m Desnivel de bajada 1.200 m Distancia horizontal 16,7 km Tipo de recorrido Travesía   Otoño

3 Severidad del medio natural 3 Orientación en el itinerario 3 Dificultad en el desplazamiento 3 Cantidad de esfuerzo necesario

Comenzamos esta travesía en la Curvona que hay llegando a la localidad de Sotres (934 m), y tomamos la pista que cruza los picos de Europa hacia Espinama. Pasados los Invernales de Cabao, dejamos la pista principal y tomamos la que sale a la derecha, que, en  descenso, busca el cruce del río Duje (que separa los macizos Central y Oriental de Picos de Europa), para atravesarlo por el puente de Moyeyeres (860 m.).  Al otro lado, nos aguarda una fuerte subida hacia el collado Pandébano; pero no la hacemos toda por la pista, sino que, en una fuerte curva a la izquierda, tomamos una senda que ataja por la derecha, para enlazar de nuevo con ella más arriba, en el collado Cuaceya, extremo  oriental de la enorme Peña de Maín.  Seguimos un buen trecho por la pista, dejando atrás la majada La Robre, antes de abandonarla por la derecha para acometer el último repecho, que, pasando junto a las cabañas de Canero, nos encumbra sobre el amplio collado Pandébano (1218 m.), punto más alto de la travesía.
Seguimos caminando plácidamente por la pradería, casi en llano, a los pies de la Peña de Maín, dejando atrás las cabañas de Entremosquines, antes de comenzar el descenso hacia la cabecera del río Texo, cuyo curso vamos a seguir en su totalidad. El camino se introduce en zona boscosa  e  incrementa su pendiente, hasta llegar a Bulnes, localidad enclavada en el corazón de los Picos de Europa (665 m.).
Dejamos atrás el pueblo y la cabina del tren/teleférico y nos introducimos en la canal del Texu, por el pedregoso camino que durante cientos de años ha sido la única via de comunicación de Bulnes con el resto del mundo. La fuerte pendiente y lo pulido de las viejas piedras que tapizan el suelo recomiendan efectuar el descenso con precaución, para no resbalar.  El camino transcurre siempre por el fondo del barranco, junto al río, hasta la desembocadura de éste en el  Cares, bajo al puente de la Jaya (210 m.). Nos quedan los últimos 1000 m. por la pista que, ya en llano, nos conduce a Poncebos, donde aguarda el autocar (200 m.).  

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Horario 6:00 h  Desnivel de subida 350 m Desnivel de bajada 1.080 m Distancia horizontal 13 km Tipo de recorrido Travesía   Otoño

3 Severidad del medio natural 2 Orientación en el itinerario 3 Dificultad en el desplazamiento 3 Cantidad de esfuerzo necesario